Localización
Nombre del manantial/fuente:
Manantial de la FUENSANTA
Pedanía, aldea, paraje o pago:
Casco Urbano
Municipio:
Córdoba
Provincia:
Córdoba
Coordenadas UTM (ETRS89):
X: 345009,902 Y: 4194052,881 Huso: 30
Altitud: 97 m
Nombre de la cuenca:
Guadalquivir
Nombre de la subcuenca:
Guadalquivir del Guadalmellato al Guadiato
Nombre del río/arroyo que origina (si procede):
Nombre de la masa de agua subterránea (si procede):
Aluvial del Guadalquivir - curso medio (05.46)
Nombre del Espacio Natural Protegido (si procede):
No se encuentra incluida en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía
Procedencia del agua subterránea
Nombre del lugar o sierra de donde se supone procede el agua subterranea:
Naturaleza de las rocas por donde se supone circula el agua subterranea:
Rocas detríticas
Tipo de surgencia
Descripción
La Fuensanta se encuentra en la avenida de Nuestra Señora de la Fuensanta, muy cerca de la ronda de la ciudad, lo que fue la antigua nacional IV, en pleno barrio residencial.
Este manantial es el origen de una tradición religiosa puesto que se apareció una imagen de la Virgen María y es copatrona de Córdoba.
Sus aguas tienen fama de curativas y milagrosas.
Instalaciones asociadas
Fuente urbana
Caudal medio
Caudal:
Muy bajo (0-1 l/s)
¿Se agota?:
Practicamente siempre agotado
Uso del agua
Otro: Carácter religioso
Acceso y uso público actual
Acceso: Sin dificultad
Uso público actual: Alto
Valoración de las instalaciones y facilidad de uso:
Satisfactorias. Todo el conjunto es un santuario mariano, con parroquia, hospedería, salones parroquiales y una gran explanada urbanizada.
Estado de conservación
Muy bueno
Amenazas, impactos y presiones
Contaminación.
Afección al caudal por bombeo o derivación.
Descripción arquitectónica
El manantial se encuentra protegido por un humilladero o templete, dispuesto ante la fachada del santuario, es de planta cuadrada, con tres lados abiertos por arcos apuntados y el cuarto lado cerrado por un muro en el que se dispone un nicho tras una verja.
El interior está cubierto por bóveda de crucería estrellada, con claves en las que se representan los Apóstoles y ménsulas decoradas con los símbolos de los Evangelistas.
En principio en la hornacina estaba colocada una imagen de la Virgen, copia de la del interior de la Iglesia, pero al ser objeto de varios actos vandálicos fue sustituida por un lienzo con referencia al milagro de la aparición de la Virgen, pero desde 1949 contiene un «cuadro de cerámica». La imagen pudiera ser la que recientemente ha aparecido enterrada en el atrio, una Virgen con el Niño de piedra de caracteres góticos que, aunque deteriorada, se ha colocado sobre un pedestal en el patio.
El brocal del pozo es de principios del siglo XX, fue realizado por Mateo Inurria, según la estética neogótica, en sustitución de otro anterior.
Antecedentes históricos
El origen del Santuario hay que situarlo hacia el año 1420, cuando, según la leyenda, vivía en Córdoba un pobre artesano, Gonzalo, que tenía a su mujer enferma y a su hija loca, el hombre sólo vivía para cuidarlas y alimentarlas.
Una calurosa tarde de verano, Gonzalo se sintió tan desesperado y acosado por la necesidad, que se echó a andar sin saber donde iba. Caminaba por la orilla del río recogiendo moras de las zarzas y se iba olvidando de su amargura. De pronto notó que se le acercaban dos bellas jóvenes y un joven también muy hermoso, una de las jóvenes se le acercó y le dijo " Gonzalo, toma agua de aquella fuente que está bajo los árboles y dásela a tu mujer y a tu hija para que la beban, y sanarán de sus enfermedades. El pobre hombre sin saber qué hacer, pero con esperanza en su corazón, pensó que aquellas mujeres eran la Virgen María, de la que era muy devoto, y los patronos de Córdoba, San Acisclo y Santa Victoria. En eso pensaba sin atreverse a mirarlos, cuando el joven dijo: "Haz lo que te dice la Madre de Jesús, que mi hermana Victoria y yo somos los patronos de esta ciudad". Gonzalo ardía en deseos de cumplir lo mandado cuanto antes. Buscó entre los árboles, y allí estaba el agua, al pie de una higuera, volvió la vista hacia los mensajeros, pero ya no estaban. Corrió en busca de una vasija y con ella llena de agua marcho a su casa, les contó a las mujeres lo que le había ocurrido, y les dio a beber el agua. Al poco tiempo las dos mujeres sanaron, y también todos los que bebían el agua de la sagrada fuente, de la Fuensanta.
Muchos años después un ermitaño que estaba al borde de la muerte, fue a la Fuensanta, bebió el agua y curó. Le pidió a Dios que le dijera por qué aquel agua le había curado. El día 8 de septiembre oyó una voz que le dijo que en el tronco de aquella higuera salvaje que crecía junto a la fuente, había encerrada una imagen de la Virgen, que habían puesto allí antiguos cristianos, y que el árbol había cubierto con su madera para ocultarla de los moros. El ermitaño corrió a contar lo que había escuchado al Obispo. Éste hizo cortar la higuera y allí apareció la imagen de la Virgen que se venera en el Santuario. La imagen se trasladó a la Catedral hasta que se construyó el Santuario.
Aspectos culturales y etnográficos
La feria de la Fuensanta, llamada tradicionalmente "La Velá", se celebra en torno al día 8 de septiembre, día de la Fuensanta, en los alrededores de la Iglesia del mismo nombre. Junto con el día de San Rafael conforman las dos fiestas locales de Córdoba. Los años 1804 y 1835, la Feria de la Fuensanta se celebró en la Plaza de la Magdalena debido a sendas epidemias que acontecieron estos años.
Es costumbre de “La Velá”, el establecimiento de varios puestos para la venta de campanitas de cerámica, que hacen las delicias de los más pequeños. Para éstos especialmente se establecen también unas atracciones de feria que cuentan con los habituales "caballitos", coches de tope, voladores, tren de la bruja, etc. Para los mayores se instalan casetas donde se pueden degustar los platos típicos de la cocina cordobesa, junto con escenarios donde se realizan actuaciones diversas. Por supuesto y como fiesta popular que es, no faltarán los fuegos artificiales, que iluminarán la noche con todo su estruendoso colorido.
El visitante de "La Velá" lleva a cabo dos ritos: uno religioso, base y origen de la feria, consistente en visitar la Virgen dentro de la Iglesia y otro pagano que se cumple visitando el Caimán de la Fuensanta, expuesto en las paredes laterales de la Iglesia, donde también se aprovecha para contemplar una costilla de ballena así como numerosos exvotos de los fieles cordobeses.
Valores sectoriales
Científico/Didáctico: Medio
Minero/Medicinal: Medio
Paisajístico/Pintoresco: Medio
Otros:
Medio-ambiental: Bajo
Recreativo/Turístico/Uso Público: Alto
Histórico/socio-cultural: Alto
Arquitectónico: Bajo
Económico: Medio
Arraigo/Aprecio popular: Alto
Valoración general
Media
Nombre del autor/es y fecha de la ficha
J. A. Palomino León (Grupo Ecologista ABRA)
01-02-2015
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