Localización
Nombre del manantial/fuente:
Alberca de los CARRASCOS
Pedanía, aldea, paraje o pago:
Virgen Blanca – Vía Verde del Aceite
Municipio:
Jaén
Provincia:
Jaén
Coordenadas UTM (ETRS89):
X: 427540,471 Y: 4183119,512 Huso: 30
Altitud: 520 m
Nombre de la cuenca:
Guadalquivir
Nombre de la subcuenca:
Guadalbullón
Nombre del río/arroyo que origina (si procede):
Nombre de la masa de agua subterránea (si procede):
Sin Clasificar
Nombre del Espacio Natural Protegido (si procede):
No se encuentra incluida en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía
Procedencia del agua subterránea
Nombre del lugar o sierra de donde se supone procede el agua subterranea:
La Imora / Cerro de la Virgen Blanca
Naturaleza de las rocas por donde se supone circula el agua subterranea:
Rocas carbonatadas
Rocas detríticas
Tipo de surgencia
Descripción
La Alberca de los Carrascos se encuentra junto a un camino rural entre la fábrica de cervezas Cruzcampo y la Vía Verde del Aceite, en Jaén capital. Para llegar a ella podemos acceder desde la Vía Verde del Aceite, desviándonos hacia la izquierda cuando lleguemos a la autovía, cerca del hito kilométrico 2. A partir de ahí, subimos el carril dirección a la Imora entre parcelas privadas y algunos chalés, y toparemos con la alberca a un lado del camino. También se puede bajar por detrás de la fábrica de cervezas Cruzcampo, pasando por la puerta de la Casería de las Palmeras y bajando por el carril principal hasta la alberca.
Cerca de esta fuente se hallan el manantial de Maderas Moral y un pequeño nacimiento junto a un chalé de la Cañada de Valverde, así como el manantial de la Vía Verde.
a alberca de los Carrascos, así llamada porque se encuentra justo debajo de la Comunidad de los Carrascos, una zona privada de chalés y parcelas, está compuesta por una alberca de más de seis metros de ancho en su parte baja y una longitud de hasta 15 m, hecha en mampostería, mortero y cemento hidráulico en las paredes. En la cabecera de la alberca existe una especie de pilón que muestra empotrada una tubería. Sin embargo, está colmatado con tierra, emanando el agua por la parte baja de esta construcción, entre gruesos sillares.
El caudal del manantial de la alberca de los Carrascos es muy bajo (de 0 a 1 litros por segundo), pero se suele mantener durante el verano si el año no viene muy seco, conservando la parte baja de la alberca con agua. En invierno y primavera, si ha habido lluvias regulares en otoño e invierno, la alberca suele presentarse llena.
El agua nace como decimos en la cabecera de la alberca, bajo el olivar, en la ladera norte del cerro de la Virgen Blanca/ La Imora. Esta zona presenta gran cantidad de nacimientos, dando lugar a que el lugar más al sur se conozca como Las Fuentezuelas. En el apartado de Historia transcribimos unos párrafos ilustrativos sobre la zona, que escribiera el arquitecto Luis Berges.
Una de las principales amenazas que sufre este manantial es la disminución de caudal a causa de los pozos y bombeos que se llevan a cabo por la zona para el regadío del olivar, así como el sondeo de la fábrica de cervezas de La Imora. Además, la infiltración de productos fitosanitarios, pesticidas, etcétera, empleados en el olivar de alrededor es otro factor que incide en la calidad de su agua. También sufre cierta contaminación por aguas residuales de algunos chalés aguas arribas y de la depuradora de la fábrica de cerveza. Esta agua residual baja en algunas ocasiones por la acequia o por los surcos de los olivares y se infiltra en la alberca. El uso que se hace de ella para regar algunas huertas y olivar aguas abajo hace disminuir el peligro de abandono o de vertido de residuos en su interior.
Instalaciones asociadas
Alberca
Otras: Acequia
Caudal medio
Caudal:
Muy bajo (0-1 l/s)
¿Se agota?:
Se agota excepcionalmente
Uso del agua
Regadío.
Acceso y uso público actual
Acceso: Sin dificultad
Uso público actual: Bajo
Valoración de las instalaciones y facilidad de uso:
Inexistentes.
Estado de conservación
Aceptable
Amenazas, impactos y presiones
Contaminación.
Agrícola (infiltración de pesticidas, fertilizantes y productos agroquímicos empleados en el olivar del entorno). y aguas residuales.
Afección al caudal por bombeo o derivación.
Descripción arquitectónica
La alberca, de proporciones ovaladas y un poco irregulares, mide más de 6 m en su parte más ancha y presenta una longitud de unos 15 m aproximadamente. Está construida con mampuestos, sillares, mortero o argamasa y cemento hidráulico en las paredes. Presenta un estado aceptable de conservación.
En la cabecera, que es donde se encuentra el manantial, presenta una pared que parece ser un antiguo pilón de mampostería y mortero, constructivamente similar a la alberca, colmatado de tierra en la actualidad. Conserva la boca de una tubería, por donde se emitiría el agua sobre la alberca. Hoy día el agua nace por debajo de esta construcción, bajo unos grandes sillares al pie del antiguo pilón.
Antecedentes históricos
La alberca parece ser apreciable en la ortofotografía a partir de 1970. En la de 1950 se aprecia cierto remanso de aguas, si bien más poblado de vegetación que en la actualidad, así como el arroyo que se formaba, hoy día encauzado junto al camino que baja.
Es muy ilustrativo sobre el paraje el siguiente apartado extraído del libro “Caserías de Jaén. Arquitectura del Olivar”, de Luis Berges Roldán y Manuel López Pérez:
«D. José Martínez de Mazas, tras elogiar en su “Retrato de Jaén”, editado en 1794, la huerta de Jaén y cantar las alabanzas de las huertas del río y las del “poyo”, añade: “…Todavía resta otro pago de huertas, aunque pequeño, por el lado opuesto de la ciudad, camino de Martos, que llaman de la Virgen Blanca o de las Casas y Fuentezuelas y que se riegan con las dos fuentes de La Imora y la dicha de Las Casas. Produce granadas agridulces, que se conservan mucho tiempo y otros frutos de siembra. Su extensión es de sesenta y seis cuerdas poco más, en que se ocupan como treinta hortelanos y ganan de arrendamiento nueve mil quinientos y cinco reales…”
Allí, en una hondonada del terreno, antes de iniciarse la llanada de la Campiña, brotaban unos pequeños manantiales, que unían sus aguas formando un sinuoso arroyo que se utilizaba para regar unos minúsculos huertecillos. De ahí el nombre de las Fuentezuelas. Hasta bien entrado el siglo XIX, en este pago predominó la huerta. Luego se le unió el olivar, que exigía menos laboreo y sacrificios. Y aparecieron las primeras caserías…»
Valores sectoriales
Científico/Didáctico: -
Minero/Medicinal: -
Paisajístico/Pintoresco: Medio
Otros:
Medio-ambiental: Medio
Recreativo/Turístico/Uso Público: -
Histórico/socio-cultural: -
Arquitectónico: -
Económico: Bajo
Arraigo/Aprecio popular: -
Valoración general
Baja
Nombre del autor/es y fecha de la ficha
D. Sánchez Garrido
19-02-2021
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